7/6/07

foto: carolina hirmbruchner
‘…y todos, en el fondo, estamos tan solos. Nostalgia en esa mesa, en esa silla, en el café. Inundados en todos los rincones, con una lluvia que no para de llover. Que lo inunda todo. Adentro, afuera, afuera y adentro. Pero, como no todo es completamente frío, el calor de un jazz conforta por unos minutos a ese corazón que se hace agua. De solo pensar. Vivir en la falta, con faltas. Con agujeros en la carne. Cicatrices de batallas pasadas. Aun así, se sigue, con esa fuerza que sale de no sabes donde, pero que te levanta. Se sigue como sea, rengueando, arrastrándose, al ritmo de nuestro propio corazón. Él manda. Se sigue, sin prisa, sin pausa, pero se sigue. Como esa lluvia que lo inunda todo. Hasta la punta de mis pies.”

3 comentarios:

malevil dijo...

no solo el agua inunda
por ejemplo el amor como muchas cosas buenas tambien los hacen, el amor en uno mismo me refiero yde ahi acia afuera.

un sofá, un cafe, un jazz y apenas luz... un momento que pude ser tan intenso como cualquier momento que te quieras imaginar

reconforta y a veces nos tenemos que mojar las patas para saber que tan fria esta el agua...

Ale dijo...

Coincidimos en algo... todos en el fondo estamos solos. Y a veces esa soledad golpea fuerte, porque nunca es tan intensa como cuando la pensamos, que cuando escuchamos en una melodía un instante de nuestra vida que nunca supimos definir. Y terminamos compartiendo ese momento con ella, con esa nota que en el aire no es nada pero en nosotros lo es todo... envueltos en nuestra soledad, en su compañía.

thanatos dijo...

bien, me gusta. la soledad es el estado propio del ser. somes entes que existimos, nada màs que eso. naciomos en soledad y en ella moriremos...