19/10/07

Espiral

Era un ángel que volaba en el cielo y un día Dios lo llamó y le dijo: Formarás parte de una misión muy importante, es por eso que te enviaré a un planeta donde el amor no es fácil de encontrar, donde reina el egoísmo y las malas vibraciones. Es necesario plantar en ese planeta la semilla del Amor. No te será fácil resistir, pero te he elegido especialmente porque confío en ti y en tus capacidades. Si te sientes desolado, solo, desesperanzado, enviaré para ti otros Ángeles, que serán tus Amigos, ellos te darán la fuerza y la contención para continuar tu camino, te darán una mano si tropiezas y no te dejarán caer. Sólo estará en ti saber reconocer esos espíritus detrás de las máscaras que llevarán. Podrás descifrarlo sólo con el lenguaje del corazón. Él te dará los ojos para poder ver más allá.
Entonces, le dio algunas opciones para descender al Planeta Tierra y elegió a dos muchachos jóvenes que ya tenían una hija. ¡Ella!, ¡ella! La mamá era tan linda y el papá la quería tanto. Y allí en esa panza, fue que eligió crecer y formarse, en un cuerpo que lo contuvo, lo abrigó, lo amó. Siempre querrá volver. Pero nunca será para atrás. La Fuente estará hacia adelante. Una vez que vaya haciendo su camino. Sin que le digan cómo ni por dónde. Las señales irán apareciendo. El dolor será necesario para aprender. La fortaleza será el resultado. Sembrar el Amor en un mundo con tanto dolor, en un mundo al revés, no será tarea fácil. Haber sentido, habrá valido la pena.

3 comentarios:

Roky Rokoon dijo...

mientras quede algo, y alguna semilla crezca, la tarea esta mas que cumplida, beso

Kluivert dijo...

Muy bueno, Carola.

Unknown dijo...

lindo lindo lindo





:)