esperaría, si fuera necesario,
reencarnar en otro cuerpo,
para poder amarte
en otro tiempo y lugar
amarte en silencio
a pesar de todo
ahora que no estás
y la maravilla de sentirte
por un momento
es milagro y bendición
de verte a lo lejos
pasar
y al fin debo disculparme
de haber sido tan ciega
de no saber amarte
de no abrir mi corazón
es en una risa
es en ese beso fugaz
en la música que llega
en la sonrisa de aquél
perfume de mañana de invierno
tu mano
esa quietud
brillante cielo estrellado
silencio de mi voz
y al fin debo disculparme
por palabras hostiles
llenas de reclamos
exigiendo algo que no sos
cumpliendo caprichos de momento
y al fin debo disculparme
por querer cortar tus alas
y no dejarte volar